De lectura
Leer no es tanto superar las convenciones cuanto detenerse en ellas hasta exacerbarlas; mostrar, en ese juego de paciencia, que toda aparente normalidad, todo sentido común, así como aquellas experiencias que a menudo tildamos de ordinarias, son en realidad reverberaciones de una herida originaria, huellas de una condición disfuncional que creemos neutralizar mediante los pactos y consensos en que la civilización opera y se legitima.